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jueves, 4 de diciembre de 2014

Entendiendo las altas capacidades intelectuales: Los talentos.



Entendiendo las altas capacidades intelectuales:  Los talentos.

El término "altas capacidades intelectuales" designa como término genérico a aquellos alumnos que presentan potencialmente alta capacidad en una, algunas o en la mayoría de las áreas de la inteligencia entendida en sentido amplio, pudiendo demostrar o no conductas propias de alumno excelente o muy por encima de la media en uno o varios ámbitos.  Así pues, en la nomenclatura de las altas capacidades intelectuales, se incluyen los siguientes conceptos: superdotación, talento y precocidad; por tanto, es necesario definir estos conceptos para poder usar la misma terminología y no crear confusión entre los profesionales, familias y la sociedad en general.  Debiendo tener claro que el alumnado con altas capacidades intelectuales es un grupo heterogéneo. 

Esto quiere decir que estos alumnos, en pruebas de inteligencia general, obtienen puntuaciones significativamente por encima de la media (por lo menos dos desviaciones típicas) y en pruebas de aptitudes especificas obtienen percentiles superiores a la media (desde setenta y cinco a noventa y cinco o más) dependiendo de su perfil (complejo, múltiple o simple).

En 1983 vio la luz un extraordinario trabajo en este campo realizado por Howard Gardner (Premio Príncipe de Asturias 2011) en el que, tras una profunda investigación multidisciplinar de campos como la psicología y la neurología, identificaba distintas inteligencias, demostrando que la competencia en una de estas inteligencias no implica una buena gestión de las demás.

Para la educación de nuestros infantes, este es un descubrimiento fundamental que nos debe llevar a una profunda reflexión de cómo llevar a cabo la enseñanza.

De una forma intuitiva, el sistema educativo ya tenía recogidas la formación individualizada de algunas inteligencias desde edades tempranas, como la deportiva, la artística y la musical, siempre fuera de la enseñanza reglada obligatoria, a través de los conservatorios y escuelas artísticas y deportivas oficiales; ahora sabemos que la legislación que habíamos desarrollado en función de una única inteligencia (la denominada inteligencia académica), deberíamos extenderla a las actuales ocho inteligencias demostradas a día de hoy, sin obviar de este modo los estudios científicos.

Cuando un alumno destaca muy por encima de su grupo de edad en alguna inteligencia (talento) es obligación del sistema educativo aprovechar su potencial.

Dentro de su alta capacidad intelectual los alumnos pueden tener una capacidad moderada, muy alta o extrema. Una alta capacidad intelectual no presupone una superioridad en todas las áreas.  

Dependiendo de si el individuo resulta sobresaliente en una, varias, o todas las posibles formas de inteligencia, distinguiremos los siguientes grupos de ACIs:

·         Talentos simples: percentil superior a 95 en una determinada capacidad: cálculo numérico, aptitud verbal, creatividad...
·         Talentos múltiples: percentil superior a 85 en dos capacidades: verbal + numérico, creatividad + verbal, ...
·         Talentos complejos: percentil superior a 80 en tres capacidades: académico (verbal+lógico+gestión de memoria), artístico (espacial+lógico+creativo), matemático (numérico + lógico + espacial)…
·         Superdotación: percentil superior a 75 en todas las capacidades relacionadas con las aptitudes intelectuales tradicionales, junto con la creatividad.

Así pues, los distintos talentos, entendidos siempre en forma de “potencialidad”, serían formas específicas de "altas capacidades intelectuales", diferentes de la superdotación, y por tanto con distintas características y problemáticas. Siguiendo con esta línea argumental, y ante la dificultad no técnica, sino de medios y formación de los Orientadores, de realizar tests de CI a niños/as muy pequeños, se prefiere hablar de "precocidad intelectual" en los casos de niños/as de altas capacidades intelectuales, retrasando una definición más exacta hasta un momento posterior.  En cualquier caso, la problemática a esas edades es la misma, y se sugiere la misma aproximación en cuanto a su educación, sin distinciones.  

 Podemos definir el talento como la capacidad para desempeñar o ejercer una actividad. El talento se debe considerar siempre como un potencial.  Lo es en el sentido de que una persona dispone de una serie de características o aptitudes fisiológicas de origen meramente genético, que pueden llegar a desarrollarse en función  de diversas variables ambientales:  sociales, culturales, económicas, ….   Su desarrollo efectivo va a depender de los estímulos que reciba para ello y de su trabajo sobre éstos.   En este sentido resulta de especial importancia la frase del Profesor de la Universidad de Navarra Dr. Javier Tourón cuando dice que “el talento que no se cultiva se pierde”. 

De los avances científicos expuestos, lo único que ha recogido nuestra normativa es la utilización del término “Alumnado de Alta Capacidad Intelectual”(ACI), en sustitución en algunos casos del término de “Sobredotación Intelectual”, a fin de referirse al alumnado con una elevada inteligencia en alguna de sus facetas, pero no recoge en ningún caso la definición de alta capacidad intelectual, talento simple, talento complejo o sobredotación intelectual, reduciéndose el tema a nivel práctico al término de CI superior a 130 en los test de inteligencia estandarizados o “superdotación intelectual”, a la hora de llevar a cabo o no, cualquier medida educativa diferente a la habitual para el alumno evaluado y en la que entraría un dos por ciento de la población escolar y no el diez por ciento de los alumnos con ACIS. 

Como veo que mucha gente se pierde con los conceptos técnicos, voy a tratar de daros una explicación práctica utilizando como analogía otra cualidad fisiológica: la estatura.   

Imaginemos que una norma jurídica comúnmente aceptada sea que "una persona es alta cuando mide 2,00 cm. o más, frente a una persona normal que mide 1,60 cm.", que es lo mismo que estamos haciendo cuando decimos "una persona es superdotada intelectual cuando su Cociente Intelectual es igual o superior a 130, frente a una persona normal cuyo CI es 100" (los legisladores y los educadores nos dirán "es que en alguna parte hay que poner el límite de corte"); y que se haya demostrado científicamente (porque no fuera observable a simple vista) que una persona alta necesita una ropa de mayor tamaño que una persona normal, ingerir una cantidad mayor de alimentos que una persona normal o disponer de muebles (sillas, mesas, camas, ...) adaptadas a su mayor tamaño; en su favor, una persona alta puede disponer de una capacidad de visión a mayor altura que las personas de estatura normal o, incluso, de una mayor fuerza física, y seguro que puede coger fácilmente objetos que se encuentran situados a mayor altura que una persona normal.  En su contra, puede tener problemas para encontrar ropa o calzado de su talla, puede tener problemas físicos o psicológicos asociados a su estatura, le costará encontrar una pareja sentimental de su altura y no se sentirá cómodo en espacios con techos muy bajos o con vanos o puertas situadas a una altura "normal" y, por todo ello, necesitará de una serie de medios diferentes a los de las personas con estatura normal. En el ámbito de la inteligencia esta "estatura superior" es lo que llamaríamos "ser superdotado".

En el caso de que a una persona alta le guste jugar al baloncesto y disponga de medios materiales para ello:  ropa de deporte adecuada, una cancha de baloncesto donde entrenar, un buen entrenador de baloncesto que realice una planificación de su entrenamiento y de su dieta y disponga de medios económicos para poder dedicarse a jugar al baloncesto; y, disponga, asimismo, de medios personales: esto es, unas condiciones físicas óptimas y una fuerza de voluntad que le haga entrenar a diario; tendrá más posibilidades que una persona normal de entrar a jugar al baloncesto en un buen equipo y, si tiene suerte y trabaja duro, podrá convertirse en jugador de baloncesto de la NBA o, lo que es lo mismo, tendrá éxito personal, profesional y económico como jugador de baloncesto.   En el ámbito de las creencias socialmente aceptadas, esto es "ser superdotado".

Lo que quiero decir es que comúnmente se confunde el resultado "ser un exitoso jugador de baloncesto de la NBA" con el potencial "ser alto"; confundimos el ser "superdotado intelectual" con la materialización del resultado "realizar obras talentosas o geniales".  

Al igual que es fácilmente observable que no todas las personas altas son jugadores de baloncesto ni tienen porqué querer serlo y que para ser un exitoso jugador de baloncesto, concurren otras cuestiones como disponer de medios materiales y personales:  trabajo duro, ganas y suerte;  debería ser fácilmente entendible que una cosa es ser superdotado intelectual y que otra es tener éxito intelectual o personal en la vida, para lo que, igualmente se requieren medios materiales y personales:  trabajo duro, ganas y suerte. 

Esta argumentación nos debería llevar también a plantearnos las siguientes cuestiones: 
  • Si una persona alta no llega a jugador de baloncesto de la NBA o no quiere ser jugador de baloncesto ¿deja de ser alta y deja de tener necesidades diferentes de una persona normal? Esto es, si una persona carece de creatividad para todo lo considerado socialmente "importante" y no tiene interés en "todas las tareas", si, además, no cuenta con los medios para desarrollarse adecuadamente ¿deja de ser superdotada intelectual?
  • ¿Qué ocurre con una persona que mida 1,90 cm., ¿sus necesidades son las mismas que las de una persona que mida 1,60 cm.? ¿Que ocurre con los talentos simples, múltiples o complejos, tienen las mismas necesidades que las personas que no los tienen?
     Desgraciadamente, estoy viendo emitir demasiadas normativas de las CCAA españolas que confunden lo que es el “potencial” con el “resultado final”, confunden lo que es ser superdotado intelectual con lo que es haber desarrollado un talento de forma exitosa, denegando de esta forma los medios materiales y personales a los niños de ACIS para conseguir "desarrollar al máximo sus posibilidades", tal como recoge la Convención de Derechos del Niño y todas las normativas educativas españolas.

Es por ello que, junto a otros miembros del colectivo que defiende la necesidad de permitir el desarrollo del talento en España (y fuera de España) considero indispensable, establecer una definición legal válida para todo el territorio español, y a este respecto considero oportuno adoptar la de la National Association for Gifted Children (NAGC) de Estados Unidos, que se aplica en las actuales investigaciones científicas tanto nacionales como internacionales en la materia, según la cuál:

Las personas de alta capacidad intelectual son aquéllas que demuestran un nivel de aptitud sobresaliente (definido como una capacidad excepcional para razonar y aprender) o competencia (desempeño documentado o rendimiento que los sitúe en el 5% superior, o por encima, respecto al grupo normativo, en una inteligencia; por encima del 20% en una combinación de varias inteligencias o por encima del 25% en todas las relacionadas con el ámbito intelectual), tal como figura en la tabla 1.

Tabla 1:  Tabla de distribución de porcentajes en el BADyG y TTCT para discriminación de talentos o superdotación intelectual



Razonamiento Verbal

Razonamiento Numérico

Razonamiento Espacial

Creatividad

Razonamiento Lógico

Memoria

Razonamiento No Verbal
Talento Verbal
95%






Talento Matemático

95%





Talento Espacial


95%




Talento Creativo



95%



Talento Lógico




95%


Talento Académico
80%



80%
80%

Talento Figurativo


80%



80%
Superdotación Intelectual
75%
75%
75%
75%
75%
75%
75%

La tabla 1, que nos sirve de referencia para ilustrar el concepto anterior, es producto del trabajo de Castelló y de Batlle, resultado de adaptar las prueba psicométricas a la teoría de las inteligencias múltiples.  Debemos precisar que las pruebas BADyG de Carlos Yuste miden tanto capacidad cognitiva como habilidad cognitiva, por lo que tienen una correlación directa tanto con el potencial como con el tipo de enseñanza (nivel de ejecución);  además, habría que ampliarla para que incluya los otros tipos de inteligencias, pero resulta ilustrativa a la hora de visualizar la diferencia entre talento y superdotación intelectual.

Hemos de tener en cuenta que, a día de hoy, están establecidas las siguientes inteligencias:
  • Inteligencia lingüística
  • Inteligencia lógica-matemática
  • Inteligencia espacial
  • Inteligencia musical
  • Inteligencia cinestésica-corporal
  • Inteligencia intrapersonal
  • Inteligencia interpersonal
  • Inteligencia naturalista
A las que se unen características transversales como son la creatividad o la memoria. 

         “Podemos entender la creatividad como la capacidad para vincular y ordenar desde una nueva estrategia, elementos que anteriormente estaban separados y no se habían dispuesto en ese esquema que no sólo es nuevo, sino que a la vez aporta una mejora en el ámbito al que se dirige.  Al aplicar el proceso completo de creatividad se consigue que elementos previamente existentes sin conexión constituyan un todo, algo con nueva y propia identidad”. Elisa Álvarez (2011), “Identificar la Creatividad”.

      Es imprescindible tenerlas todas en cuenta en la educación de las nuevas generaciones, pues la adquisición de conocimientos es más profunda si nos basamos en los puntos fuertes de cada alumno, respetando estilo de aprendizaje, intereses, temáticas que le motivan y características o rasgos de personalidad, factores todos ellos fácilmente identificables actualmente, ya que de ello depende el éxito escolar y, por ende, social, del alumno.

         Espero que el post os sea útil.
         Sed felices.


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